Pulgas en mascotas

Las pulgas son insectos de la familia de los pulícidos, miden entre 1-5mm de longitud. Poseen unas patas traseras largas y fuertes que les permiten realizar grandes saltos, siendo éste el principal mecanismo por el que se desplazan y saltan de un organismo a otro. Son parásitos porque se alimentan de la sangre de sus hospedadores, principalmente mamíferos. Hay multitud de especies de pulgas diferentes que afectan a diferentes hospedadores. En el caso de nuestras mascotas, la pulga más habitual es del género Ctenocephalides. Esta especie parasita principalmente a perros y gatos pero también puede infestar al ser humano, por lo que se considera una zoonosis.

Ciclo biológico

¿Cómo sabemos que nuestra mascota tiene pulgas??

Nuestras mascotas pueden ser entrar en contacto con pulgas a través de diferentes fuentes: contacto directo con otros animales que estén parasitados o a través de sitios de contagio (exteriores o interiores) donde se encuentran alas pupas y larvas. Una vez que las pulgas se suben al hospedador y se alimentan de su sangre dejan una «picadura», estas lesiones resultan molestas y producen prurito. Pueden observarse como pequeñas lesiones puntiformes de color rojo aunque lo habitual es no detectarlas.

Podemos ver como nuestras mascotas se rascan o se mordisquean diferentes zonas debido al picor que les producen las picaduras de las pulgas. Si observamos detenidamente podemos detectar alguna pulga corriendo entre el pelo por la superficie de la piel o lo que es más habitual, podemos ver sus heces en forma de pequeños puntos negros que al presionarlas con un trapo húmedo, manchan de rojo debido a la base alimenticia de este insecto, la sangre.

Enfermedades derivadas de la infestación por pulgas

  • Alergias: la alergia a la picadura de pulga es bastante habitual entre nuestras mascotas, esto provoca un intenso prurito y un cuadro alérgico muy molesto que puede llegar a complicarse con infecciones de piel.
  • Dipilidiasis: Las pulgas pueden ser portadoras de parásitos internos del género Dipylidium. Cuando los perros y los gatos ingieren las pulgas (por ejemplo al mordisquearse para rascarse) estos parásitos se trasmiten y llegan a su fase adulta (tenias) en el intestino de nuestras mascotas. Los síntomas incluyen prurito anal, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento y pérdida de peso. Pueden incluso observarse porciones de parásito similares a un grano de arroz (proglótides) que contienen los huevos entre las heces, adheridas a la zona perianal o en las zonas donde se suele echar el animal.
  • Bartonelosis: Las pulgas actúan como vectores de Bartonella  henselae, agente etiológico de la bartonelosis. Los gatos suelen ser asintomáticos observándose signos clínicos únicamente en gatos inmunocomprometidos cómo fiebre, adenopatías, gingivitis.. En perros sí que pueden presentar síntomas tales como epistaxis, endocarditis o trastornos neurológicos.
  • Hemoplasmosis: Se trata de una enfermedad que aún no se ha confirmado la vía de contagio pero si se sabe que las pulgas y las garrapatas están involucradas. La principal bacteria causante de esta enfermedad es Mycoplasma haemofilis y M. haemocanis afectando a gatos y perros respectivamente. Los síntomas más habituales son la palidez de mucosas, fiebre, letargia y pérdida de peso.

Zoonosis por pulgas

Cuando una enfermedad que afecta a animales se trasmite al ser humano se denomina zoonosis. Las pulgas pueden infestar al ser humano y son una de las zoonosis más habituales. En nuestro caso sí que se observan las picaduras como lesiones puntiformes de color rojo que suelen aparecen en la parte inferior de las piernas. Al igual que en las mascotas, las pulgas pueden a su vez trasmitir enfermedades como:

  • Dipilidiasis: El ser humano, principalmente niños, puede verse afectado por esta parasitosis transmitida por pulgas.
  • Enfermedad del arañazo de gato al trasmitir la bacteria Bartonella  henselae, provocando síntomas como adenopatía local o fiebre.
  • Otras menos frecuentes trasmitidas por pulgas que hospedan otros mamíferos: como la peste bubónica o peste neumónica.

¿Cómo evitar que mi mascota tenga pulgas?

La mejor forma es administrando periódicamente un antiparasitario específico. Existen diferentes formulaciones como pipetas, colares o pastillas. No dudes en preguntarnos!!

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