Pérdida de mascota

El duelo tras la pérdida de una mascota (parte II)

Como hemos visto en la entrada anterior, el duelo es un proceso natural que se produce ante una pérdida independientemente de si se trata del fallecimiento de una persona o animal.

A veces, los sentimientos experimentados ante la pérdida de una mascota pueden ser imprevisibles y abrumadores sobre todo cuando lo sufrimos por primera vez, ya que socialmente se encuentra aceptado el duelo ante la pérdida de una persona cercana pero no si se trata de un animal. Debemos tener en cuenta que la sensación de pérdida depende del vínculo y no de la especie a la que pertenezca nuestro ser querido.

¿Qué diferencia el duelo por una persona y por un animal?

A pesar de que el sentimiento de pérdida ante la muerte de una persona o animal es equiparable, existen una serie de diferencias entre ambos procesos.

Sentimiento de culpa

A diferencia de con las personas, las mascotas al ser nuestra responsabilidad, debemos tomar una serie de decisiones que pueden hacer que desarrollemos sentimientos de culpa cuando ésta fallece.

En este punto cobra especial importancia la eutanasia, puede verse como una alternativa liberadora del sufrimiento del animal pero también puede tenerse el sentimiento de que se ha tomado la decisión de la muerte de su amigo, convirtiéndole a él en el responsable.

Duelo no reconocido

Cuando nuestra mascota fallece, es frecuente tener que enfrentarnos a duras actitudes sociales por lo que las personas que sufren el duelo no ven reconocimiento ni valoración ante la falta de apoyo. Ejemplos de comentarios podrían ser: “no es para tanto, es solo un perro (o la especie que sea el caso)”, “pues cómprate otro”, “no puedes dejar tus responsabilidades por esto”, etc.

Esta negación del duelo puede desembocar en un duelo complicado o no resuelto.

Falta de ritos funerarios

El hecho de poderse despedir de una manera formal del ser querido es un factor clave diferenciador del duelo en animales. La ausencia de este y otros muchos otros ritos pueden dar lugar a problemas en la resolución del duelo ya que se impide el realizar un acto en honor del animal y poder despedirse públicamente.

Por suerte, cada vez está más extendida la figura del crematorio para mascotas donde podemos contar con instalaciones y personal preparado y encontraremos la empatía y acogimiento que necesitamos para despedir a nuestro mejor amigo.

¿Qué podemos hacer ante la pérdida de una mascota?

  • Aceptar que es algo natural sentirse triste tras la pérdida de nuestra mascota, incluso aunque el dolor sea aún más grande de lo que esperabas sentir.
  • Pasar más tiempo con personas que comprendan y empaticen ante nuestra situación
  • Recordar los buenos momentos y compartirlos
  • Evitar intentar «sustituir» a nuestra mascota por otra demasiado pronto. Aunque un nuevo amigo peludo puede sacarnos una sonrisa, debemos ser conscientes de que nuestra mascota fallecida es insustituible y debemos cerrar correctamente el proceso de duelo asociado a su pérdida.
  • Lleva a cabo el rito funerario. Puedes consultarnos las diferentes opciones que existen para llevar a cabo cualquier acción conmemorativa de tu mascota.

Nuestra experiencia ante la pérdida

Como veterinarios, presenciamos casi a diario experiencias de pérdida y duelo a través de la práctica de la eutanasia. El contacto con las mascotas y las familias durante estos duros momentos supone un aprendizaje continuo, lo que nos ayuda a complementar nuestra actuación clínica con el apoyo emocional que necesita cada persona. Por ello, disponemos de un servicio especializado e integral llamado «el último adiós» en el que además de atender clínicamente a las mascotas como se merecen en sus últimos momentos, brindamos orientación y soporte a las familias.

Algunas de las expresiones que frecuentemente escuchamos en nuestras visitas son: «No volveré a tener otra mascota», «No sé porqué decidimos tener mascota», «Las mascotas duran tan poco tiempo…no merece la pena tanto dolor», «No puedo creer que perder una mascota sea tan doloroso», «Cuando falleció mi madre/padre no lo pasé tan mal como ahora», «¿Qué van a decir si me ven llorar así por mi mascota?… seguro que nos sentimos identificados con alguna de estas frases si hemos pasado por un proceso de pérdida.

Otra cosa que percibimos en las visitas de valoración de calidad de vida o de eutanasia es que se lleva a cabo un duelo anticipado. La consciencia del estado terminal de la mascota y la necesidad de ser nosotros los que tomemos la decisión definitiva nos hace empezar a experimentar las emociones descritas en las primeras etapas de duelo que mencionábamos en la entrada anterior.

Puedes contar con nosotros para exteriorizar tus emociones y pensamientos durante nuestras visitas, tenemos años de experiencia en lidiar con estas situaciones y a parte de atender clínicamente a tu mascota lo mejor posible, te brindaremos toda nuestra empatía en estos duros momentos.

Fuente: https://psicologiaymente.com

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