Desde hace unas semanas nuestro país se encuentra en alerta sanitaria ante uno de los peores brotes de listeriosis de los últimos años. La causante es una bacteria, Listeria Monocytogenes, que ha provocado el fallecimiento de dos personas y que al menos otras 200 se encuentren afectadas por esta enfermedad.
¿Cómo y por qué se produce la listeriosis?
La bacteria se transmite principalmente a través de la ingestión de alimentos contaminados pero existen otras vías como la placentaria (transmisión madre-feto), hospitalaria o zoonótica (a través de animales infectados).
La mayor parte de las veces, cuando el sistema inmune es competente, la infección pasa desapercibida, pero cuando el infectado es una persona mayor, un recién nacido o una mujer embarazada se desarrolla la listeriosis clínica.
Los síntomas más habituales son los gastrointestinales (vómitos y diarreas) acompañados de fiebre. Otra presentación es la que afecta al sistema nervioso provocando desde cefaleas hasta encefalitis o meningitis. En el caso de las mujeres embarazadas, si la infección afecta a la sangre (bacteremia), puede llegar a infectar la placenta e incluso al feto, provocando abortos, partos prematuros o complicaciones en los recién nacidos.
Pero…y nuestras mascotas también pueden padecer listeriosis?
La respuesta es sí, nuestras mascotas pueden verse afectadas por la enfermedad a través de las mismas vías que los humanos. Listeria spp. puede afectar a perros y gatos pero también a multitud de especies de rumiantes (vacas, ovejas..), cerdos o aves. La mayoría de los animales infectados no presentan síntomas, por lo que actúan como reservorios permitiendo así la dispersión de la bacteria a través de sus heces, carne o leche.
En el caso de los perros y gatos, la listeriosis puede ser clínica en algunos casos provocando síntomas digestivos, aunque lo habitual es que actúen como portadores asintomáticos. De esta forma, es muy importante no facilitar alimentos susceptibles que puedan estar infectados. Por este motivo, la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) ha emitido un comunicado recomendando a los propietarios de mascotas que no se ofrezcan a los animales restos de carne o productos potencialmente contaminados.
¿Cómo podemos prevenir el contagio?
Teniendo en cuenta que la vía principal de contagio es la alimentaria, debemos saber qué alimentos y qué condiciones son las que favorecen el desarrollo de Listeria spp.
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- Alimentos listos para comer: todos aquellos alimentos que no requieran un tratamiento térmico para ser ingeridos, como los embutidos, salchichas, pates…pese a estar refrigerados, los frigoríficos domésticos no alcanzan temperaturas lo suficientemente bajas (<4ºC) para evitar su crecimiento.
- Productos lácteos: todos los productos lácteos no sometidos a procesos térmicos como la pasteurización o UHT pueden ser una fuente potencial de transmisión.
- Productos cárnicos o marinos: al igual que en los casos anteriores, todos los alimentos deben de someterse a procesos térmicos para su preparación evitando los ahumados, mariados o curados.
- Vegetales: la contaminación en estos casos suele deberse a contaminación superficial a través del suelo por lo que los vegetales que se consuman en fresco deben lavarse adecuadamente antes de su consumo.
Pese a todo lo anteriormente expuesto, no queremos ser alarmistas, únicamente recomendamos ser coherentes y mantener hábitos de limpieza correctos. Por supuesto, si tienes alguna duda…¡contacta con nosotros!