¿Qué es el dolor?
El dolor en mascotas es una señal del sistema nervioso que indica que algo no está bien, cualquier lesión que afecte a los tejidos puede provocar dolor, aunque en ocasiones, el dolor aparece en ausencia de ningún factor que lo cause. El dolor se puede clasificar en base al origen y a la duración del mismo:
Según el origen del dolor:
- Dolor somático: cuando el origen se encuentra en la piel, hueso, músculos, tendones y otros tejidos.
- Dolor visceral: cuando se origina en los órganos internos. En este caso hay que aclarar el concepto de «dolor referido» que se produce cuando el dolor interno se localiza en en zonas externas del cuerpo.
- Dolor neuropático: cuando proviene de los nervios, médula espinal y cerebro debido a una actividad nerviosa anormal.
Según la duración del dolor:
- Dolor agudo: aparece inmediatamente después de producirse una lesión y desparece al curarse la misma.
- Dolor crónico: se trata de un dolor prolongado en el tiempo, aunque no existe consenso en el tiempo que debe persistir un dolor para considerarlo crónico.
¿Cómo puedo saber si mi mascota sufre dolor?
En muchas ocasiones los propietarios comentan que su perro/gato no está bien pero no creen que tenga dolor porque no «se queja». Debemos tener claro que los animales raramente van a emitir sonidos o quejidos por estar sufriendo dolor.
El reconocimiento del dolor en mascotas es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos los veterinarios. Esto se debe principalmente a dos razones: la incapacidad de comunicación verbal y el instinto natural de ocultar las dolencias. Por estos motivos, en muchas ocasiones no somos capaces de reconocer el dolor en nuestras mascotas. El tratamiento del dolor en mascotas se basa en el reconocimiento de alteraciones comportamentales por lo que es imprescindible reconocer el dolor en cada especie. Para ello se han creado criterios lo más objetivos posibles para tratar de evaluarlo y cuantificarlo.
- Valoración de parámetros fisiológicos: la sensación dolorosa desencadena una serie de estímulos nerviosos que a su vez se traducen en cambios de los parámetros fisiológicos
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Aumento de la presión arterial
- Dilatación de pupilas
- Aumento de la frecuencia respiratoria
- Cambios en la temperatura corporal
- Aumento del tono muscular
- Valoración de parámetros bioquímicos.: Al igual que en el apartado anterior, el dolor provoca una serie de cambios químicos que a su vez generan modificaciones en los parámetros bioquímicos como aumento de los niveles de glucosa o cortisol en sangre.
- Cambios de comportamiento: el estímulo doloroso, genera cambios de comportamiento que a diferencia de los anteriores sí que podemos percibir únicamente a través de a valoración visual. Con el objetivo de poder medir la sensación dolorosa se han desarrollado diversas escalas que permiten una valoración lo más estandarizada posible. Estas escalas se basan en la observación de la postura, actitud y comportamiento del animal.
En la siguiente entrada, dolor en mascotas 2ª parte, explicaremos cómo podemos reconocer si nuestra mascota sufre dolor y los diferentes tratamientos de los que disponemos para aliviarles.
Por supuesto, si tienes cualquier duda…contáctanos!!