Convivir con una mascota contribuye a mejorar la calidad de vida de cualquier persona, reduce el estrés y aumenta la longevidad, entre otras muchas ventajas. En el caso de los niños juegan un papel mucho más importante ya que influyen en el desarrollo social y educativo de los pequeños.
¿Qué beneficios aporta una mascota al niño?
Existen multitud de ventajas en la convivencia de los niños con perros y gatos. Cada vez más estudios confirman diferentes aspectos positivos de esta relación.
- Aporta valores de respeto y amistad
- La convivencia con perros y gatos potencia el desarrollo cognitivo, físico y socioemocional en los más pequeños. De esta forma, desarrollan de forma más sencilla sus relaciones sociales, son más extrovertidos y sociales.
- Mejor desarrollo inmunitario. Previene la aparición de asma y rinitis
- Reduce el sedentarismo al contar con un compañero de juegos
- Los niños que se crían junto a animales son más responsables, tranquilos y cariñosos
- Las situaciones potencialmente problemáticas o traumáticas (como es la llegada de un hermanito), se tornan más llevaderas cuando conviven con mascotas
¿Qué puede hacer el niño por la mascota?
- Hasta los 4 años:
En las primeras etapas, los niños son aún muy pequeños para exigirles responsabilidades reales por lo que hay que evitar designar una tarea específica de la que se responsabilice únicamente el pequeño. En cualquier caso es conveniente que estén presentes en las diferentes tareas que conlleva convivir con una mascota: alimentación, limpieza de arenero, paseos…
Podemos estimular al peque a relacionarse con nuestro perro/gato mediante el juego y las caricias suaves.
- A partir de los 5 años:
A partir de esta edad, los niños pueden ir adquiriendo ciertas responsabilidades como dar de comer o de beber a la mascota. Por supuesto, no podemos pretender que sea el pequeño el que se acuerde de realizar la tarea y debemos recordárselo.
Dependiendo del niño y del perro, una buena experiencia es dejar que sea el niño el que porte la correa durante un paseo. Por supuesto siempre vigilando a ambos y en una zona controlada.
¿Qué pasa cuando tenemos un gato/perro y llega un bebé?
El pequeño miembro de la familia será una novedad para todos, y como tal, todos debemos adaptarnos a esta nueva situación. En el caso de las mascotas, para facilitar la transición es conveniente tener en cuenta varios consejos:
- Antes de la llegada del peque, es conveniente tener preparadas sus cosas en casa: cuna, cambiador…para que nuestra mascota perciba los cambios y se familiarice con ellos.
- Una vez que el bebé haya nacido pero antes de volver a casa del hospital, puede ser interesante dejarles familiarizarse con el olor del peque dejando por ejemplo que huelan los bodis usados.
- La llegada a casa puede ser un momento un poco delicado ya que nuestra mascota hará un par de días que no nos ve y puede haber un exceso de efusividad alimentada también por que han olido «la novedad» desde que ha cruzado el umbral. Es importante no rechazar a nuestro perro/gato por querer acercarse al bebé, es natural que se interesen por él, podemos dejar que le vean y huelan sin entrar en contacto directo con él.
- Más adelante cuando el bebé comience a interesarse por nuestra mascota debemos prestar especial atención ya que el peque en ningún caso entenderá los límites y es posible que haga daño al perro/gato por ejemplo tirando del pelo o la cola. De la misma forma debemos vigilar que nuestra mascota no responda de forma violenta a estas «agresiones».
Consejos para evitar conflictos
- Mostrar a los peques desde el principio que las mascotas no son juguetes y por lo tanto hay que establecer límites
- Enseñarles que antes de acercarse a un animal ajeno siempre deben preguntar
- En ocasiones los perros o gatos pueden estar alterados por cualquier motivo y pueden llagar a dañar a nuestro hijo sin proponerselo. en esos casos es mejor adelantarse y decirle a nuestro hijo que no es el momento de jugar con el animal en cuestión pero nunca decirle que puede morderle o hacerle daño ya que podemos crear recelo o aprensión en el pequeño.
- Nunca debemos dejar a nuestro hijo jugar a solas con la mascota, incluso aunque ésta sea «un trozo de pan». Los pequeños, sobretodo los primeros años, pueden llegar a agredir o dañar a sus compañeros de juego como parte del desarrollo y nuestra mascota puede reaccionar de modo imprevisible.
- Debemos enseñar al peque a no molestar a los animales cuando éstos se encuentran descansando o comiendo
- Existen algunas enfermedades que las mascotas pueden trasmitir a los niños a través del contacto directo, pero manteniendo al día el calendario vacunal y desparasitaciones internas periódicas no debe haber ningún problema.
Por supuesto, si tienes cualquier duda puedes contactarnos. ¡Estaremos encantados de ayudarte!