Desparasitación en perros y gatos

La desparasitación

La desparasitación en los perros y gatos es un tratamiento puntual cuyo objetivo es eliminar los parásitos existentes en las mascota y en ocasiones prevenir futuras infestaciones.
Los antiparasitarios pueden administrarse en forma oral (tabletas, comprimidos, jarabes...) o tópica (pipetas, collares, sprays...).

A continuación te explicamos las clases de parásitos que pueden afectar a tu mejor amigo:

Parásitos internos

Se alojan en su vida adulta en el intestino/estómago de nuestras mascotas. Pueden provocar principalmente síntomas digestivos (diarrea, vómitos…), adelgazamiento y desnutrición si no se previene la infestación de forma adecuada. En ocasiones podemos observarlos en las heces como claras “lombrices” blancas o como pequeños granos de arroz. Algunos pueden infestar al ser humano.

Debemos hacer hincapié en una enfermedad concreta muy importante no solo para nuestras mascotas sino también para nosotros: La hidatidosis. Se trata de una enfermedad producida Echinococcus granulosus, un parásito que necesita 2 hospedadores para cumplir su ciclo biológico. En primer lugar, es necesario que un mamífero carnívoro (perro, gato...) ingiera carne o vísceras crudas, de esta forma el parásito desarrollará su fase adulta en el intestino de estos animales expulsando miles de huevos con las heces. Si un herbívoro (vaca, oveja...) u omnívoro (humano) ingiere esos huevos, desarrollará una enfermedad crónica y en ocasiones muy grave, la hidatidosis, ya que se formarán quistes en diferentes órganos (quistes hidatídicos).

Parásitos externos

Pulgas: Son insectos cuyo tamaño no supera los 3,5mm. Durante la fase adulta se alimentan de la sangre de nuestras mascotas pudiendo provocar alergias y transmitir parásitos internos. Sus grandes patas les permiten dar grandes saltos e infestar tanto animales como personas.
Garrapatas: De la familia de los ácaros, a diferencia de las pulgas, no saltan y la única forma de transmisión es el contacto directo, generalmente se encuentran en la hierba alta esperando a sus huéspedes. También se alimentan de sangre, pero en este caso se enganchan al huésped mediante una prolongación de su boca, se mantienen en ese estado hasta llenarse por completo (lo que puede llevar varios días) y se sueltan cayendo al suelo. Pueden transmitir gran cantidad de enfermedades infecciosas, tanto a nuestras mascotas como a nosotros.
Mosquitos: Son insectos voladores cuyas hembras se alimentan de la sangre de personas y animales. A parte de la inflamación característica de su picadura, también son transmisores de enfermedades importantes como la leishmaniosis y la filariosis (enfermedad del gusano del corazón).

Clases de desparasitación

Para proteger a nuestras mascotas de los parásitos internos se recomienda desparasitar trimestralmente e incluso más frecuentemente en el caso de cachorros o animales que convivan con personas inmunocomprometidas. Para ello podemos usar diferentes clases de antiparasitarios en comprimidos, jarabes o inyectables.

En el caso de los parásitos externos, se utilizan pipetas o collares que eliminan y/o previenen la infestación por pulgas y garrapatas y repelen los mosquitos. Existen multitud de presentaciones que actúan frente a un tipo o varios de parásitos externos. En ocasiones es necesario combinar algunos de estos productos para una protección óptima.

En el caso de la “enfermedad del gusano del corazón”, provocada por un parásito interno y transmitido por un mosquito, es necesaria una prevención adicional. Esta enfermedad no suele darse en Madrid, pero sí en las zonas costeras del sur de España, por lo que si pensamos irnos de vacaciones con nuestra mascota, habría que añadir a los repelentes de mosquitos, un tratamiento oral que se administra dentro del mes posterior a la exposición al mosquito. Esto es así para prevenir la progresión de la enfermedad en el caso en el que el mosquito haya “picado”.

¡Consulta con nosotros cuáles son los antiparasitarios y el protocolo más apropiados para tu mascota!

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